Elabora un presupuesto y define tus objetivos
Fija tus metas en el plazo que veas conveniente metas para el mes, para el año y para largo plazo. Los objetivos financieros que establezcas pueden ir desde buscar recupérate de un impacto financiero que hayas tenido anteriormente, conseguir un trabajo extra para generar más ingresos, aumentar tu ahorro o hasta si todavía no te has adentrado a emprender pues colocar tu propio emprendimiento.
En el largo plazo, es conveniente visualizar dónde quieres estar financieramente en 5 o 10 años más.
Una vez definas tus objetivos, el paso siguiente es crear un presupuesto. No tienes que preocuparte por hacerlo súper detallado pero trata de mantener una organización en cuanto a los distintos gastos que puedas tener para que así logres llevar una mejor visualización del panorama general en cuanto a cada una de tus categorías, estás pueden ser la renta o la hipoteca, educación, vehículo, seguro médico, comida, medicamentos, vestuario, deudas, entretenimiento entre muchas más.
Trata siempre de colocar tanto tus ingresos como gastos por lo menos al año y ve evaluando cuanto has ganado o perdido en comparación con años anteriores. Esta herramienta te permitirá evaluar esas posibilidades financieras que te puedes permitir para invertir en un proyecto o en productos o servicios que necesites.
Metas de Ahorro
Con la pandemia años atrás nos dimos cuenta de la importancia de ahorrar dado que en ese entonces el crecimiento de precios y demanda de productos se vio altamente afectado por eso, ahora más que nunca vale la pena tener un colchón que te pueda cubrir ante una emergencia.
Deja de lado la cantidad que ahorres, conviértelo en un hábito continuo
El monto de lo que ahorras no es lo fundamental. Lo que más importa es hacerse el hábito, la idea es partir de a poco y aumentar paso a paso alcanzando la meta que te hayas propuesto.
Puedes empezar con 1$ dólar posteriormente pásate a 5$ dólares y sigue subiendo si las circunstancias te lo permiten, verás cómo en poco tiempo ahorraras más de lo que te imaginabas. Utiliza una alcancía o el colchón, hasta una caja fuerte puede ser el lugar perfecto para guardar todos tus ahorros.
Invierte en lo que consideres puede darte más
Ahora vamos despacio ya que este tema es de tener cuidado así que como primer paso debes darle una mirada a las tasas de interés en tu país para analizar en qué medida te conviene guardar el dinero en el banco o invertirlo.
Importante nunca te dejes llevar por la promesa de una alta rentabilidad, siempre evalúa a fondo todo.
Invierte en activos que realmente entiendes y con un monto que estás dispuesto a perder. No asumas riesgos con dinero que necesitas.
Otro punto que debes de tomar en cuenta es comenzar de a poco y diversificar las inversiones, para evitar una posible pérdida total cuando un activo se desploma.
No confíes siempre en lo que ves en redes sociales, siempre busca educarte en páginas de confianza e incluso si esta dentro de tus posibilidades contrata a un asesor financiero que te guie por el camino correcto y así logres que esa inversión se convierta en una ganancia total.